Conocido en español como un muro de inspiración, al hablar de moodboard estamos haciendo referencia a una gran herramienta que diseñadores de distintos rubros utilizan a la hora de disponer de sus ideas. Es una forma de poner “en papel” aquellas ideas que se tienen en el momento y, así poder dar vida a dichas ideas y a sus diseños. En otros términos, es una forma de organizar la creatividad y los deseos de una manera que permita avanzar en el proyecto en general sin que estas ideas se pierdan de vista o sin dejar pasar la inspiración que se ha tenido en ese momento.

El moodboard es algo que se puede hacer de manera muy sencilla y que lo pueden aplicar diseñadores de todos los rubros, desde la indumentaria hasta el diseño de interiores, entre otras cosas. A continuación, vamos a ver cómo se crea un moodboard para que este pueda ser efectivo.

Elegir palabras clave

Cuando se tiene ideas, estas, muchas veces, aparecen en modo de imágenes. Pero es necesario poder pasarlas a palabras para luego poder realizarlas. En otros términos, podemos decir que pasar a palabras las ideas es lograr una adjetivación del concepto principal que se tiene en la cabeza. Esto es algo que se puede hacer tanto de manera manual como de manera digital. Lo primero que se debe buscar es un título que explique la idea general. Luego, se pueden proponer unas pocas palabras clave que ayuden a establecer más detalles de la idea.

Optar por un soporte

Como hemos dicho más arriba, el moodboard es algo que se puede hacer tanto de forma manual como digital. En caso de hacerlo digital, se puede utilizar en diversas aplicaciones. No obstante, si se realiza de manera manual, se va a necesitar un soporte. Lo más frecuente es acudir a soportes de corcho o de Telgopor en los que se puedan agregar imágenes y otras cosas de forma sencilla.

Colocar imágenes

Las imágenes nos pueden ayudar a tener una idea más clara de qué es lo que se quiere hacer. Hoy en día, podemos encontrar, en Internet, una gran cantidad de imágenes de todo tipo. Las imágenes nos pueden mostrar colores, texturas, diseños, entre otras cosas, que nos ayuden a tener más claro cómo pueden quedar las cosas poniendo en práctica las ideas que se han desarrollado.

Seleccionar

Por último, una vez que se han puesto en práctica los aspectos mencionados con anterioridad, es momento de dar rumbo a las ideas para poder desarrollarlas en su totalidad. Ya teniendo los conceptos en la cabeza, ya habiéndoles puesto nombre y habiendo buscado imágenes que puedan dar mayor claridad a las ideas, es momento de seleccionar. Hacer un filtro y una selección de las ideas que se han ido estableciendo anteriormente es fundamental para poder encaminar las ideas.