Hace mucho tiempo atrás, la personalización era algo básico en la producción. Desde ropa hasta zapatos, accesorios y elementos para el hogar, todo se hacía al por menor. Tras darse la revolución industrial y a raíz de eso la producción en masa, esto fue cambiando. No obstante, mucho tiempo después, hoy en día, la personalización vuelve a ponerse en juego y a ganar espacios cada vez más importantes.
Una tendencia que crece
Según sostiene un estudio de 2018 llevado a cabo por State Of Fashion, la personalización es una de las tendencias principales que no ha parado de crecer a medida que pasa el tiempo. Esto, sea mediante la venta de productos personalizados o a través de la personalización de contenido, la personalización del marketing, entre otras cosas. Es la tendencia que está dominando gran parte de los espacios que conocemos.
Estas características han llevado a que las empresas de telas y de otros insumos elijan realizar distintos tipos de productos para que los usuarios puedan personalizar su estilo. En este sentido, es una oportunidad para crear productos de nicho enfocados a un mercado objetivo concreto. Un claro ejemplo que funciona cada vez mejor se encuentra en las camisetas y remeras personalizadas. Por norma general, se trata de productos económicos que atraen a los consumidores que no quieran gastar demasiado, pero poder tener, a la vez, algo que se relaciona con su personalidad y con sus gustos particulares.
La personalización de productos es considerada como un arma de gran impacto para destacar entre la multitud de marcas y de ofertas de productos. A raíz del acceso a productos y telas de diversos diseños, colores, formas y texturas, las personas pueden tomar lo que consideran que les sirve y formar su estilo personalizado.
Es ahora
Hoy, las personas buscan dar a conocer su personalidad y sus gustos a través de la forma en la que se ven, de los objetos que tienen y de las prendas que visten. Si es posible, apuntan a que sus adquisiciones sean únicas y exclusivas. Esta es la receta que demuestra que es importante brindar herramientas diversas para que las personas puedan personalizar lo que usan.
Distintos estudios han demostrado que las opciones de personalización de productos mejoran la experiencia de los clientes, a la vez que incrementan su lealtad y su engagement. Eso acaba desembocando en una tasa de adquisición y especialmente de retención de clientes mucho mayor.
Otro de los grandes beneficios de la personalización está vinculado a la popularidad y el uso masivo de las redes sociales. Las personas utilizan estos espacios para dar cuenta de sus gustos, de su creatividad, pero también de la unicidad y la originalidad de los objetos que usan o las prendas que visten. Por eso, cuando se les ofrecen distintas posibilidades para diseñar su propio estilo, se está abriendo también una puerta a que las personas compartan este en las redes sociales y, a partir de ese punto, darse a conocer como empresa o marca.