Las toallas son parte fundamental de la vida diaria de todas las personas y de todas las familias. No solamente las utilizamos en el baño y para salir de la ducha, sino que también nos acompañan en las playas, cuando salimos de campamento, cuando vamos al gimnasio, entre tantas otras posibilidades que pueden aparecer. No obstante, no solemos saber mucho respecto de las toallas, cuáles son los materiales y los métodos a partir de los cuales están hechas. Por eso, a continuación, vamos a hablar de este primer punto, para conocer cuáles son los materiales más frecuentes para las toallas que usamos todo el tiempo.
El clásico: algodón
El algodón es el material más clásico para las toallas. Una de sus principales ventajas tiene que ver con que es un material que puede absorber la humedad y atraparla, no quedando rastro de ella donde se pasa (por ejemplo, en el cuerpo). Es un material que permite generar toallas a través de diferentes técnicas, dependiendo de la forma en que se confeccionen. La recomendación es que las toallas que se compren en algodón sean 100% de este material. Además, es un material que cuenta con la ventaja de poder teñirse en una gran diversidad de colores y trabajarse de diversas maneras, por lo que permite generar distintos diseños.
Un material revolucionario: microfibra
Uno de los materiales más utilizados últimamente para las toallas y que gana gran popularidad es la microfibra. Esto se debe a que se considera como un material altamente revolucionario en cuanto a la capacidad de secado. Es una tela que se compone por poliéster y nylon, que son fibras totalmente sintéticas, con un 80% de nylon.
Esta tela existe desde la segunda mitad del siglo XX y es un producto que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo. es una fibra muy delgada, siendo apenas más gruesa que la seda y más fina que el cabello humano. Se considera que su capacidad de absorción es del doble que otros materiales, teniendo también una duración algo mayor que el algodón.
Estas toallas se usan especialmente para procesos de limpieza o de secado de materiales, antes que para secado de personas. No obstante, a medida que el tiempo pasa, se utilizan cada vez más en la playa o en gimnasios, puesto que es una tela liviana para trasladar, a la vez que tiene una gran capacidad para absorber el sudor velozmente.
Otras alternativas
Siguiendo lo mencionado anteriormente, podemos afirmar que la microfibra y el algodón son los dos materiales más empleados en la actualidad para la fabricación de las toallas que solemos utilizar todos los días y en distintas actividades o con distintos fines. No obstante, no son los únicos materiales existentes. Con el paso del tiempo, se han ido probando otras alternativas como es el caso del poliéster y el bambú. El poliéster se suele combinar con otras telas debido a su bajo costo y bajo peso. Si bien es un buen material para utilizar en espacios exteriores porque resiste los rayos del Sol, no es recomendable para el secado, puesto que no logra buenos resultados de absorción.
Finalmente, respecto del bambú, es una tela ecológica que puede ser parecida en algunos aspectos al algodón. Es muy limpia y tiene propiedades antibacteriales, a la vez que es suave para el contacto con la piel. El problema es que cuando se hacen toallas con este material, las mismas tienden a ser transpirables, por lo que no se recomiendan en los meses de invierno.