Cuando se buscan telas, siempre hay que tener en cuenta para qué se van a emplear. No es lo mismo si se emplean para vestimenta que si se utilizarán en cortinas, en manteles, en fundas de todo tipo, entre otras cosas. Independientemente de la razón de su uso en sí, en general hay ciertas necesidades que nos llevan a tomar determinadas decisiones. Solemos necesitar que las telas que elegimos sean resistentes a algunos agentes, como pueden ser las manchas o el agua, entre otras cosas e, incluso, el fuego. Teniendo esto en mente, vamos a ver a continuación en qué consisten las telas que se conocen como ignífugas.
¿Qué son las telas ignífugas?
Lo que conocemos en la actualidad como telas ignífugas son telas que están especialmente preparadas a fin de proteger a las personas – o también a ciertos espacios u objetos – con respecto al fuego o al calor. En otros términos, podemos decir que es un tipo de tela que tiene como característica fundamental el hecho de ser altamente resistente frente al fuego, evitando que el tejido se queme o lo traslade. Es una tela que evita que las llamas se propaguen y hacen que el fuego se extinga velozmente, como consecuencia de un retiro en la fuente de ignición.
Claramente, esta característica no se puede decir que sea natural de los tejidos de este tipo, ya que se trata de un acabado especial. Es un acabado que la tela llega a tener en el final de su producción o posteriormente y que llega por parte de empresas que están especializadas en ignifugar.
¿Cómo es su funcionamiento?
Hoy en día, todo lo que sea telas ignífugas cuentan con un certificado de calidad y de tratamiento que es el que garantiza tanto su uso como su mantenimiento. Dentro de las pautas de su lavado, es importante tener en cuenta especialmente las siguientes:
- Sin blanqueadores: no se deben usar blanqueadores ni detergentes que contengan peróxido de hidrógeno. Esto se debe a que es un elemento que puede reducir considerablemente las propiedades que hacen a este tejido ser resistente al fuego.
- Sin mezclar: nunca se debe mezclar vestimenta o telas convencionales con las telas ignífugas en el lavado.
- Sin suavizantes: los suavizantes no se deben emplear en el lavado de este tipo de tela, especialmente porque pueden afectar la resistencia al fuego, a la vez que pueden llegar a actuar como agentes combustibles en caso de que se de una combustión.
- Del revés: finalmente, siempre se debe prestar atención a que el lavado y el secado se realice teniendo la tela del lado del revés para que su cara buena no corra riesgos de estropearse.